Después de unos días de descanso, de reflexionar, de no tener que buscar alternativas a juegos o actividades, llega el momento de hacer un resumen de este verano chancletero.
Tenemos que reconocer que ha sido un verano muy intenso. Dos meses y medio de trabajo duro, constante, casi las 24 horas del día, 7 días de la semana, y con peques de distintas edades y con diferentes características. Algo que caracteriza, cada vez más, al rincón lúdico-creativo La pandilla chancleta.
Muchos retos se nos han presentado al equipo de monitoras y monitores. Porque hemos sido varias las personas que hemos estado presentes este verano: las habituales, quienes nos apoyan, gente en prácticas, voluntarias... Pero todas formamos un equipo que va a piñón durante esta época. Nos apoyamos, nos complementamos, estamos pendientes y disfrutamos. Porque si no lo hiciéramos, sería mejor que abandonáramos el proyecto.
Este verano el trabajo en equipo ha sido fundamental. Conocernos, colaborar, apoyarnos... Creemos que todo esto es importante inculcárselo a nuestras/os peques, y eso es lo que tratamos de hacer.
La verdad es que ha sido el verano que más pequeñajas y pequeñajos de menos de 5 años hemos tenido. Terremotos que no paran o que se coartan a ver a las/os mayores. Complicidad con esas niñas y niños que van abandonando la infancia para iniciar una nueva etapa en la vida: la adolescencia.
Hemos seguido en nuestra línea de mostrar todos los recursos que nos muestra nuestra ciudad y de descubrir alternativas de juego. Excursiones a Viveros El Arca, a la Cueva de Salamanca, al Pozo de la Nieve (¡¡¡queremos repetir!!!), al Huerto de Calixto y Melibea (un clásico), al Museo del Comercio con sus talleres... Pero hemos tenido tiempo para jugar a conocernos (qué difícil resulta para algunos, chicos sí, aprenderse los nombres de las demás personas), de experimentar, de hablar, de imaginar (aunque es difícil guiarles), de crear nuevas amistades, nuevos amores, de cuidar, de compartir... Porque tratamos de inculcarles que es importante estar pendientes los unos de los otros, de que todo lo que hay en San Martín del Chancletar es de todo el mundo, no hay posesión, que podemos aprender de todo el que nos rodea y que podemos enseñar y compartir conocimientos con quien tenemos al lado.
No sabemos si hemos conseguido transmitir el mensaje que queríamos, si habremos llegado a todas y a todos nuestros "habitantes". Lo que sí sabemos es que cada vez nuestra "aldea" se hace más grande y nuestro corazón está más contento y lleno de pequeñas personitas que nos hacen felices.
Nuevos retos y metas se nos plantean después de este verano, a los cuales haremos frente. Nuestra mente e imaginación, ya sabéis, nos descansa. Estad atentas y atentos porque nuevas actividades se aproximan.
Estas líneas son un pequeño adelanto de los vídeos que estamos preparando para enseñaros todo lo que hemos hecho este verano, las actividades que hemos estado desarrollando, etc. No os despistéis porque en breve empezaremos a dar guerra.
Nos vemos pronto.
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